martes, 30 de junio de 2015

Nuevo Carnet de Identidad Escolar

El nuevo Carnet de Identidad Escolar (sí, en el Ramiro se sigue escribiendo así, 'carnet' - con la palabra francesa original -, ya que su forzada españolización, 'carné', no nos gusta nada) está disponible en la Secretaría del Instituto. Se puede pasar a recoger, en el horario habitual, previo pago de cinco pesetas y entrega de una póliza de veinticinco céntimos...













Para retirarlo será requisito imprescindible la presentación del documento antiguo.

domingo, 28 de junio de 2015

Cincuenta años no es nada

Como muy bien dijo nuestro compañero Fernando Pérez Alonso el pasado sábado, en la Sala de Música del Ramiro, cincuenta años no es nada.
No es nada para las cosas importantes, porque lo trivial, lo superfluo, lo insignificante... es, además de perecedero, efímero. Pero lo fundamental es eterno. Da igual que pasen cincuenta años... o cien. Por ejemplo, para lo que nos une al Ramiro. 
Otro compañero, Miguel Ángel Torralba, lo resume muy bien en cuatro palabras: 'Fuimos, somos y seremos'.
Y aquí estamos unos cuantos, para demostrarlo.




Somos tantos (aunque no todos, porque alguno debió despistarse), que no caben ni los números:







1: Mendoza, 2: Torralba, 3: Pombo, 4: Navas, 5: Paco González, 6: Motta, 7: Hinchado, 8: García Delgado, 9: Sra. Pisón, 10: Sra. Rey, 11: García Rivas, 12: Pérez Alonso, 13: Searle, 14: Nombela, 15: Salcedo, 16: Pueyo, 17: Sánchez López, 18: Padrino, 19: Infiesta, 20: Rodríguez Gran, 21: Agüero, 22: Ayala, 23: Cubillo, 24: Villarejo, 25: Ubieta, 26: Brañas, 27: García Martínez, 28: Sáenz Sáez, 29: Brändle, 30: Cifuentes, 31: Cociña, 32: Bustos, 33: Molina, 34: Lozano, 35: Ordozgoiti, 36: Macarrón, 37: Tagle, 38: García Miján, 39: Tofiño, 40: Morcillo, 41: Muñoz-Cobo, 42: Núñez Burranchón, 43: Martínez Dols, 44: Sánchez Robles, 45: Gómez Martín, 46: Carmona, 47: Gascón y Marín, 48: Cirujano, 49: Coronado, 50: Junquera, 51: Rafael Álvarez, 52: Jimena, 53: Herrero, 54: Merino, 55: Tabuenca, 56: Jalvo, 57: Morón, 58: Almagro, 59: Gómez Villegas, 60: José María Álvarez, 61: Martínez-Novillo, 62: Cabrero, 63: Gracián, 64: Rincón, 65: De las Heras, 66: Pichel, 67: Sánchez-Girón.

Por último, una prueba irrefutable de que, sin la presencia de los miembros de la Promoción 1965, la escalera del Instituto se queda triste y solitaria, así que... ¡volveremos!


























lunes, 22 de junio de 2015

Los jóvenes

Ya está comprobado: el espíritu del Ramiro permanecerá eternamente joven entre nosotros...



viernes, 19 de junio de 2015

MasterChef Junior (versión 1954)




Pocas veces se han visto tantos cocineros juntos. Pequeños (pero aguerridos) cocineros que, el 19 de junio de 1954, se reunieron en el campo de fútbol del Ramiro de Maeztu para demostrar sus habilidades ante un numeroso público.
El espectáculo debió ser épico (yo no participé en él pues no me incorporé al Ramiro hasta el año siguiente) y digno de haber sido recogido en el NO·DO, cuando menos.
Por fortuna, unas extraordinarias fotografías avalan la veracidad de un evento, algunos de cuyos protagonistas pasarán a la posteridad, a través de nuestras retinas, merced a las oportunas cámaras que inmortalizaron el momento.
Es de suponer que correspondía a una celebración de fin de curso, ingeniosa, divertida y bien ejecutada por quienes participaron en ella, tal como atestiguan los documentos gráfico aportados por Carlos González de Ubieta, Roberto Merino y Rafa Herrero.
En la fotografía general podemos apreciar, al fondo, el viejo frontón, próximo a las escaleras que permitían el acceso a la entrada del Instituto, desde el campo de fútbol. Una imagen que demuestra la dimensión del evento y la nutrida participación colectiva.



Pero son las tres fotos individuales las que más nos impresionan. Particularmente la de Ubieta, cuyos argumentos para optar al premio eran grandes y bastante contundentes.
No nos consta que tuviera que utilizarlos en el día de su sexto cumpleaños (el 19 de junio de 1954) para ningún otro fin que no fuese el propio de sus artes culinarias. Disfrutemos, pues, de las espectaculares imágenes. Y si hay algún compañero que, al verlas, recuerda tener guardada alguna vieja foto de aquel día, que no dude en enviarla para su publicación, tal como han hecho los tres valientes que ilustran esta página. ¡Gracias a los tres!

Rafa Herrero
Roberto Merino



lunes, 15 de junio de 2015

Campamentos juveniles


Algunos veranos se puso de moda el tema de los campamentos. Creo que, en nuestro caso, fue en los años 1959, 60 y 61, aunque el Frente de Juventudes ya venía organizándolos desde algún tiempo atrás, como atestigua el recorte del diario ABC que publicamos aquí, fechado el 24 de junio de 1956.


Parece ser que en 1959 nos correspondió un turno en el albergue juvenil 'Francisco Franco', de Navacerrada. Yo no puedo atestiguarlo, porque ese año no fui, pero en la impresionante foto suministrada por Bartolomé, vemos una espectacular formación, en plena marcha, que corresponde a ese año. Es probable que no todos los niños que aparecen en ella sean del Ramiro, pero reconocemos bien a algunos de los que aparecen en las primeras filas (el propio Bartolomé, Armero, González Salcedo, Merino...).

En los años 60 y 61 fuimos al campamento 'Juan de Austria', en La Peñota (Cercedilla), y según mi no muy nítida memoria, en uno y otro año tuvimos uniformes distintos, como puede apreciarse si comparamos las fotografías que aparecen más abajo. Una (a la izquierda), en la que vemos a Domingo García Martínez con otro compañero (podría ser Acero) es la de 1960, al igual que la foto grande, tomada en las escaleras de la Cruz. En ambas llevamos un vestuario más neutro y con menos símbolos y escudos, mientras que la de la derecha (en la que se me ve a mí, con boina, vigilando la puerta de acceso al campamento), de 1961, nos muestra con claridad un uniforme distinto, que ya es el oficial de la OJE (Organización Juvenil Española). Parece que nos tocó vivir su nacimiento (se creó en 1960 y todavía hoy sigue poniendo en marcha campamentos y otras actividades, muchas de ellas relacionadas con la vida al aire libre) y eso explicaría el cambio de ropa, pese a asistir al mismo campamento del año anterior.


























Un documento gráfico interesante es el que aporta Juan-José Molina Vázquez, en el que podemos observar cómo los seis componentes de la aguerrida y disciplinada escuadra 'Lepanto' (formada por Molina, Cifuentes, Sánchez López, Villarejo, Boris y Hernanz), posan, en la misma puerta de su tienda, ante el objetivo de la cámara del padre de Antonio Villarejo (quien, dicho sea de paso, conserva hoy esa misma cara de niño bueno, pero sigue siendo igual de travieso que en aquellos años).


En la fotografía general del grupo (facilitada por Domingo García Martínez) creemos distinguir, en primera línea, a Bartolomé, Merino, Gómez Martín, Biarge, Bustos... 
Detrás de Bartolomé parece estar Acero y en la tercera fila, en el centro, está Gil Fernández y, tal vez, el que está junto a él sea yo mismo. A ver si la vista de lince y la memoria histórica (con perdón) de todos vosotros, nos ayuda a identificar a unos cuantos más.

Puede que otros compañeros de promoción repitiesen en años posteriores, pero yo no lo recuerdo. No es probable que continuásemos mucho tiempo en una actividad que estaba más orientada a los primeros cursos de bachillerato.
De lo que no hay duda es de que fue una experiencia que nos gustó a la mayoría y que inspiró y fomentó un amor por la naturaleza, el senderismo, el campo, la montaña y la vida al aire libre, en general, que eran actividades poco conocidas y menos valoradas en aquellos años entre niños 'de ciudad', como éramos casi todos nosotros. Un espíritu que todavía sigue vivo.

Campamento Juan de Austria y Siete Picos
Campamento Juan de Austria (La Peñota)
Una postal de la época

miércoles, 10 de junio de 2015

Tres de sexto


Hoy publicamos tres fotos de sexto curso (más una suplementaria), de indiscutible interés y llenas de compañeros.
Dos de ellas son de 6º A, tomadas en plena clase y remitidas, respectivamente, por José María Pombo y Javier García Macarrón. No tenemos muchas fotos como las que aquí aparecen, ya que la mayor parte de la documentación gráfica que conservamos está relacionada con excursiones, deportes y otras actividades no académicas. Las fotos de clases en sesión académica (real o aparente) son escasas.
Pese a que a la mayoría de los presentes se les ve con claridad, nos faltaban unos cuantos por reconocer, pero con la valiosa ayuda de José Luis Cabrero, Bernardo Perea y Gonzalo López Solana, ya tenemos a todos identificados, menos al misterioso número 8, de quien Cabrero apunta que podría no ser un compañero, ya que no tiene mesa y parece un tanto ajeno a la labor del fotógrafo.

Queda en blanco el número 8 (presunto no-compañero), mientras que, por el contrario, sí ha sido bien reconocido el propietario de la media cabeza (sin numerar) que se vislumbra tras José María Pombo: Solís Camba (supongo que Fernando).

La segunda imagen, al estar en formato vertical, tiene el inconveniente de que faltan, al menos, tres compañeros. Si aparece una copia en la que se les vea, la colocaremos en lugar de la actual.

Por cierto que José Luis Cabrero ha puesto nombre, incluso, a los que no aparecen en la fotografía, ya sea por haber quedado fuera del encuadre (Acero, Brändle, Cabrera, Cabrero, Castanyer y Cirujano) o por haber faltado ese día a clase, que parece ser el caso de Martín Escanciano, cuyo pupitre está vacío. Según nos dice José Luis, la oreja que asoma a la izquierda de Espinosa pertenece a Fernández Coronas (a quien, por lo tanto, no vamos a considerar ausente de la foto). Y es probable que el brazo que vemos en primer plano, a la derecha, sea del ya mencionado Brändle. En total, 43 alumnos en la nómina de la clase.
Gracias a Álvaro Martínez-Novillo, sí vemos a Castanyer en la imagen que nos envía, tomada ese mismo día, junto a uno de los campos de baloncesto, en la que posa acompañado del propio Álvaro y de Alfonso Vidal Bohigas. 

La última es de 6º D, hecha en las escaleras de la Cruz y suministrada por Luis Bartolomé, tiene identificados a todos los presentes (gracias a la memoria y agudeza visual de Bartolomé, Lozano, García Beiras y García Miján), aunque parece que faltan unos cuantos para completar la nómina de la clase. Si hubiese algún error, tanto en esta fotografía como en las anteriores, rogamos que se nos haga saber con la habitual celeridad y eficacia que caracteriza a los seguidores de nuestro blog.


sábado, 6 de junio de 2015

¡Viva la tuna!

Yo no tenía ni idea. Pero hubo una tuna en el Ramiro. Una tuna infantil, pero tuna, al fin y al cabo. La evidencia nos la ha proporcionado Joaquín Jalvo al enviarnos un recorte de prensa en el se da fe de ello.
La prueba era contundente pero, en cualquier caso, la existencia de la tuna ha sido ratificada por Lozano quien (además de ayudar eficazmente en el reconocimiento de los fotografiados) nos asegura que fue así y constata la presencia de su hermano Pedro en la fotografía.

Este singular documento gráfico parece estar recortado del diario Ya y está firmado nada menos que por Santos Yubero, uno de los fotógrafos más reconocidos del momento. Recojo aquí una breve semblanza suya, publicada con motivo de la exposición de su obra, conservada en los Archivos de la Comunidad de Madrid, bajo el título 'Crónica fotográfica de medio siglo de vida española 1925-1975':

Santos Yubero fue uno de los miembros más notables de la segunda generación de grandes reporteros gráficos madrileños, integrada por figuras de la talla de Alfonso, Vilaseca, Cortés, Marín, los hermanos Benítez Casaux, Díaz Casariego, Albero y Segovia, Videa, Díaz Palomo y Cervera. Por la naturaleza de su trabajo, Yubero registró con sus cámaras miles de escenas de la vida cotidiana de Madrid, desde la remodelación urbana de la ciudad, hasta los hechos más relevantes de la dictadura de Primo de Rivera, la dictablanda de Berenguer, los días de la Segunda República, los años atroces de la Guerra Civil y la realidad del franquismo.

Tal vez nos despista un poco en todo este asunto el hecho de que el acreditado diario Ya denominase 'tuna' a este conjunto infantil que, en el Ramiro era conocido con el más apropiado nombre de 'rondalla'. Así llamados, nuestros compañeros músicos sí nos resultan familiares.
Uno de los aspectos más llamativos de la foto es el hecho de aparecer en ella más profesores que tunos, lo que parece indicar que ningún miembro del equipo docente del Ramiro quiso dejar de aparecer en la prensa, aunque cabe otra explicación que expondremos un poco más adelante.
Es una lástima no disponer de una copia de más calidad, pero no la hemos conseguido, a pesar de la determinación de Luis Bartolomé, que ha ido personalmente al Leguidú en busca de ella. Eso sí, ha conseguido unas diapositivas excelentes que publicaremos en su momento, por lo que su empeño no ha resultado infructuoso.

Revisando los documentos de las Bodas de Plata del Ramiro de Maeztu, encontramos dos que podrían ser una pista para dar con la fecha en la que fue tomada la fotografía.
El primero es la invitación (facilitada, en su día por Roberto Merino), para el 'Concurso de Coros y Rondallas' del 23 de mayo de 1964:





















Sin embargo, no parece que sea esta ocasión la que sirvió al fotógrafo para inmortalizar a tunos y profesores, ya que en la noticia del periódico se menciona, expresamente, la festividad de Santo Tomás de Aquino (7 de marzo), por lo que podría ser que la fecha de la fotografía fuese el 7 de marzo de 1964. Ese día (tal como anuncia el programa que, también, nos envió Merino) hubo una 'intervención' de la rondalla, seguida de una 'comida de hermandad del profesorado' que podría justificar la masiva presencia del equipo docente del Ramiro, a la que me refería más arriba. 



Pero no. Una eficaz comprobación de Bartolomé en la hemeroteca nos confirma que la fotografía de la tuna apareció publicada en el diario Ya el día 8 de marzo de 1963, lo que despeja, de forma definitiva, cualquier duda sobre la fecha en la que fue realizada: el 7 de marzo de 1963.

Intentaremos, también con la ayuda de todos, completar los nombres que han propuesto nuestros documentalistas habituales, en esta ocasión con la ayuda de Manolo Rincón, el gran experto de la promoción 1964.
Parece haber pocos tunos de nuestra generación (en la foto se ven muchos de menor edad), pero, de momento, han sido reconocidos Jalvo y Dueñas (además de Pedro Lozano, hermano de Juan Ramón).
El lugar de la fotografía es el habitual de estos retratos de colectivos numerosos, las escaleras de la Cruz, cuyos escalones facilitan la composición sin que nadie quede oculto al objetivo de la cámara.
Tampoco ha habido unanimidad al recoger los nombres de ciertos profesores, por lo que es posible que en la lista inicial que aquí recogemos existan errores, que serán debidamente subsanados a medida que vayamos recibiendo las oportunas rectificaciones.
































A: Enrique Navarro. B: ... C: ¿Escalona o Manrique?: D: ...  E: Juana Álvarez-Prida. F: Palacios. G: Moneo. H: Cea. I: Calero. J: ... K: Ayala. L: Fidel García Cuéllar. M: Muñoz-Cobo. N: Padre Gabino. Ñ: Julia López Gómez. O: María Rey. P: Pedro Dellmans. Q: Morales. R: Luis Ortiz. S: Tomás Alvira. T: Profesor de la tuna. U: Pagola. V: ...  X: Brañas.

1: Pedro Lozano. 2: Joaquín Jalvo. 3: Dueñas.

Pedro Lozano ha reconocido a otros tunos que aparecen en la fotografía (Pindado, Dimas Fernández Galiano y su hermano, Garrido, Delgado Gómez...), pero ninguno de ellos es de nuestra promoción, poco aficionada (por lo que parece) a este tipo de artes musicales colectivas.

miércoles, 3 de junio de 2015

El singular ensayo pedagógico


La mayoría de nosotros hemos sido testigos (o protagonistas) de un hecho insólito en la historia del bachillerato español, verdaderamente singular y extraordinario, vivido por nuestra promoción (y solo por nuestra promoción) en primera persona.

Me refiero al experimento que se llevó a cabo durante el curso 1958 - 59.
Se dividió a la ya muy consolidada clase de D. Saturnino (llevábamos dos años juntos en la Prepa) para ensayar la idoneidad de un nuevo método pedagógico o, mejor dicho, para evaluar sus ventajas e inconvenientes y compararlas con las del sistema convencional.

Hasta aquí todo es bien conocido, pero ha caído en nuestras manos un documento excepcional (del que volveremos a hablar en futuros artículos) que nos muestra unos detalles, datos y conclusiones desconocidos para la inmensa mayoría. Se trata de la primera y única 'memoria' de un curso que se publicó en el Instituto Ramiro de Maeztu. Casualmente (o por voluntad premeditada del destino) fue la del curso 1958 -59. No se volvieron a hacer, por lo que la de nuestro primer curso de bachillerato queda como hito fundamental de los documentos académicos del Ramiro. Y, por el momento, solo hay localizados cuatro ejemplares de la misma.

Pues bien, en ella (páginas 54 a 62) se encuentra recogido este histórico ensayo pedagógico, bajo la denominación: 'Paso gradual de la primera enseñanza a la enseñanza media'. Merece la pena dejar, por una vez, las divertidas fotografías llenas de recuerdos y copiar, íntegra, la parte del documento que especifica lo realizado y sus conclusiones. Vamos a ello:


Las conclusiones del ensayo pedagógico me recuerdan mucho a las del célebre coro de doctores de la zarzuela 'El rey que rabió', en el que, tras sesudas y perogrullescas deliberaciones, los eminentes galenos que analizaban los síntomas del perro que, supuestamente, había mordido al rey, emiten su inequívoco veredicto: "Y de esta opinión/nadie nos sacará./¡El perro está rabioso!/¡O no lo está!".

Pues a los chicos de 1º A y 1º C nos pasó algo parecido. Eso sí, de lo que hay ninguna duda es de que fuimos protagonistas de un experimento académico histórico. Y, afortunadamente, no nos mordió nadie.

lunes, 1 de junio de 2015

Granada y el Sacromonte (2)

Pues sí, el padre Gabino fue a Granada. Y no solo fue, sino que negoció personalmente en el Sacromonte la asistencia del grupo del Ramiro al espectáculo flamenco de las populares cuevas.
Reflexionando sobre el asunto, pasados los años, y dando por cierta esta versión de los hechos, que he escuchado contar a algunos de sus protagonistas, me pregunto la razón de que el viaje a Granada se completase con esta función artística, un tanto alejada de las tradicionales visitas a monumentos, fábricas de ácido sulfúrico o catacumbas. Pese al tiempo transcurrido, sigue siendo un misterio para mí.
Como tantos del Ramiro, claro. Todo un monseñor (Camarero Secreto de Su Santidad, para más señas), discutiendo en el arrabal de los gitanos (tal vez en caló, ya que no parece adecuado el latín en aquella zona del Albaicín, famosa por sus bellas vistas y sus oscuras leyendas de esclavos negros en busca de los tesoros escondidos por sus amos).
Una versión, que nos parece más creíble, asegura que las verdaderas negociaciones se produjeron entre el padre Gabino y los propios alumnos de 6ºA, quienes, finalmente, le convencieron no solo de que les dejase acudir a las festivas cuevas, sino, también, al cine para ver West Side Story...






Sea como fuere, el negociador parece brindar, satisfecho por su gestión, en una de las fotos (Pombo nos dice que son de Bernardo Perea), acompañado por García Rivas, García-Atance y José María Pombo, mientras que, en la que aparece junto al autocar, observa el gesto serio del Sr. Tudela y del alumno de la bufanda (a quien no tenemos, aún, identificado). Otros compañeros (Cabrero, Díaz-Varela, Pastor Gana, Benítez y Ordozgoiti) también parecen ser partícipes de la preocupación general.








En la segunda foto del autocar, la tensión parece haberse relajado y vuelven a iluminarse los rostros de nuestros compañeros. 
Tal vez, habían recibido ya el preceptivo placet eclesiástico a sus ambiciosas peticiones...
Pero permanece la duda del lugar en el que fueron tomadas estas tres fotografías, por lo que requerimos la colaboración de nuestros expertos reconocedores, no solo para que nos den los nombres que nos faltan de nuestros compañeros, sino, sobre todo, para ubicar la situación geográfica del momento que, quizás, nos ayude a entender la naturaleza de los acontecimientos que estos tres documentos gráficos nos relatan, con un innegable estilo de reportero de agencia de prensa. ¿Fue Perea su autor? Nos gustaría mucho saberlo.








Una artística foto (con aspecto de selfie precoz), tomada en el interior de la Alhambra, en la que aparecen un Carmona con manta de Curro Jiménez al hombro, un medio Jalvo (víctima forzada de la excesiva vocación artística del fotógrafo) y un tercer compañero bien visible pero pendiente de identificar, nos sirve de contrapunto a la que sigue, una imagen clásica del interior de una cueva sacromontense, en la que la mirada de García Macarrón se inclina en busca de un mejor ángulo de visión... 
Aunque bien podría tratarse, por el contrario, de un nuevo episodio de somnolencia aguda, similar al sufrido por Jorge Roig en el instante recogido por la fotografía publicada en el anterior artículo sobre Granada. Esperamos que el propio García Macarrón nos lo aclare, de forma definitiva y dando por finiquitadas estas poco documentadas  especulaciones, en una fecha próxima.