viernes, 25 de septiembre de 2015

Treinta y cuatro profesores y siete personas inolvidables

Han llegado hasta nosotros (a través de Rosa María Muro y Manolo Rincón, cuya impagable labor como guardianes incansables de la historia del Ramiro es digna de permanente elogio y gratitud) dos composiciones fotográficas que, según parece, están realizadas por la promoción de 1952. Ellos salieron del Instituto antes de que nosotros empezásemos en la Prepa y tuvieron un elenco de profesores tan notable como el nuestro, del que más de la mitad seguía en sus puestos cuando empezamos el bachillerato, en 1958. 
La curiosa presentación en la que aparecen las fotografías de los treinta y cuatro profesores que se juntan en esa histórica y poco frecuente orla académica, hace de ella un documento singular.
En la composición vemos a cinco 'futbolistas' (entre los que no se encuentra un joven Sr. Pepín, tan elegante como siempre). Otros, se muestran con el aspecto que de ellos tenemos grabado en nuestra memoria... pero también hay fotos que llaman la atención, como la de Monseñor Gabino López Morán, o la de una bellísima Srta. Lucila Utrilla ('señorita', tal como especifica su pie de foto). 
Como el Sr. Pepín, hay unos cuantos de rostro juvenil y, muchos, sonrientes (a mí me parece que sonríen hasta los que están serios). Probablemente esas sonrisas se dibujan en sus labios al observarnos mirándoles con gesto embobado y nostálgico. No en vano ellos son los profesores y nosotros tan solo sus alumnos. Una condición que no perderemos nunca, claro.

Otra cosa curiosa que me ocurre (y dudo que me pase solo a mí) es que, a medida que voy centrando mi atención en una u otra parte del grupo, me da la sensación de que se mueven. Levemente, como si no quisieran que nos diésemos cuenta de que lo hacen... de reojo ves a uno que gira su cabeza, acentuando la sonrisa y, cuando fijas la mirada en él (con rapidez, como queriendo pillarle), se queda estático, inmóvil, practicando un permanente juego del 'escondite inglés' del que siempre salen vencedores. Saben más que nosotros. Y son más listos. Siempre lo fueron. Gracias por seguir ahí, pendientes de todo. Gracias.

La segunda composición tiene menos fotos, pero es igual de extraordinaria. En ella han reunido a siete personas tan inolvidables (algunas, más) como los profesores. Los de la promoción del 52 han titulado este grupo 'Personalidades entrañables'. Y a fe que lo son. Cuatro hombres y tres mujeres sin los que el Ramiro no hubiese sido un lugar tan bueno ni tan especial. Inteligencia, bondad, sabiduría... y un amor infinito a la institución y a sus alumnos.
Siete magníficos que nos cuidaban, nos entendían y nos educaban con su ejemplo, con su actitud, con su permanente compresión hacia unas inquietudes que sabían valorar y entender. Son personas inolvidables. Nos gustan. 
Y tendrán, como se merecen, nuestra eterna gratitud y nuestro permanente recuerdo. A vosotros, también, gracias por todo lo que nos habéis dado. Seguid cuidando de nosotros, por favor. Os necesitamos.






1 comentario:

  1. Magníficas orlas, y muy emotivas. Efectivamente, las fotos son de años antes a nuestro paso por el Ramiro (incluso los más antiguos), aunque algunos parece que no envejecieron durante muchos años más (p.ej, D. Agustín G. Brañas).

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