martes, 2 de febrero de 2016

Leopoldo Querol, pianista

El joven Querol
En teoría, y como todos sabemos, el Sr. Querol era el catedrático de francés del Instituto. Lo fue desde el principio y es uno de los once nombrados por Mindán en su libro como miembros definitivos del elenco de catedráticos numerarios desde la fundación del Ramiro de Maeztu. Bien es cierto que Tomás Alvira menciona en el suyo a un 'primer claustro' en el que aún no está Querol y tiene varias contradicciones con la lista de Mindán, pero, en cualquier caso, está claro que obtuvo la cátedra pronto y se incorporó (al menos en teoría) a ella desde los primeros tiiempos.

Sin embargo, también somos todos conscientes de que, al menos en nuestra época, el Sr. Querol se dejaba ver poco por las clases de francés. No cabe duda de que tuvo un excelente respaldo en otros profesores, entre quienes hay que destacar a Mme. Morales, cuyo nombre completo es Patrocinio Belda de Morales.



Leopoldo Querol en 1947
Volviendo a nuestros dos manuales de referencia (los libros de Mindán y Alvira), encontramos, de nuevo, divergencias en sus respectivas opiniones.
Mindán dice, literalmente: "A Leopoldo Querol, gran pianista, le interesaba más dar conciertos de piano que sus clases de francés. 
A  nosotros nos interesaba también más su contribución a nuestros actos musicales que fueron espléndidos. Para atender en sus deficiencias a las clases de francés se nombraron auxiliares competentes y eficaces".
Alvira casi no habla del Sr. Querol como catedrático de francés, aunque, dentro de las ocho páginas (de la 126 a la 133) dedicadas a la formación musical en el Instituto (en las que se ponderan, y mucho, sus cualidades musicales),  deja claro que era doctor en letras por la Universidad de Madrid y que obtuvo el número uno en las oposiciones a la cátedra de francés, lo que le permitió elegir la del Ramiro de Maeztu (en su biografía se dice que antes había sido catedrático de francés en Valencia, Las Palmas y Albacete).

Nuestros recuerdos directos del Sr. Querol son escasos y, los míos personales, más, pues yo era alumno de inglés y esta circunstancia, como resulta obvio, me alejaba de cualquier posible contacto con su desempeño académico.

De lo que no hay la menor duda es de que Leopoldo Querol fue un eximio pianista.
Nacido en Vinaroz un poco antes de que terminase el siglo XIX (1899), fue catedrático del Conservatorio Nacional de Música de Madrid; llegó a dar más de mil conciertos y realizó giras por Europa, África y Filipinas; fue miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y de la de San Carlos de Valencia; fue autor de varios libros; en 1966 recibió la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio; tiene una calle a su nombre en Castellón; hay un Instituto de Enseñanza Superior con su nombre en Vinaroz, ciudad de la que es hijo predilecto; se han publicado dos libros sobre él y es hijo adoptivo de Benicasim, donde falleció en 1985.

Su repertorio musical era inmenso (se dice que más de dos mil obras) y grabó un número considerable de discos, en especial de música española.
Leyendo su actividad musical en el Ramiro (siempre a través del libro de Tomás Alvira), descubrimos una muy alta intensidad en conferencias y conciertos, con actuaciones importantes y, muchas veces, acompañado de figuras de enorme relevancia. Y, cuando digo que es un descubrimiento es que, para mí, lo es. No el que haya sido un gran pianista (que lo sabíamos), sino su verdadera dimensión. Más sorpresa me causa la interminable lista de actuaciones musicales en nuestro Instituto, que yo tenía olvidadas o las desconocía (recuerdo. eso sí, mucho mejor los partidos del Estudiantes y, por supuesto, los de fútbol, incluidos los que celebrábamos en las excursiones).

Hasta el NO·DO le dedicó un reportaje en su noticiario 226 A, en la primavera de 1947, cuando realizó una serie de siete conciertos consecutivos en el Ateneo de Madrid, del 14 al 20 de abril, en los que interpretó la obra completa de Chopin. Quien quiera verlo, no tiene más que pinchar en este enlace. El vídeo es estupendo (el audio algo menos) y en él disfrutamos de un elegantísimo Sr. Querol ante una selecta audiencia, entre la que destaca D. Luis Ortiz en primera fila. Un documento para la historia.

Un joven Luis Ortiz, escuchando atentamente el concierto del Ateneo, en abril de 1947













Leopoldo Querol durante su actuación, recogida por el NO·DO, en el Ateneo de Madrid















Por lo tanto, si quedaba algún escéptico entre nosotros, que cese en su escepticismo. Leopoldo Querol Roso (reconoced que ya el nombre que le pusieron sus padres predispone para el ejercicio profesional de la música) fue nuestro catedrático de francés en el Ramiro por derecho propio... si bien fue un derecho que ejerció poco, a cambio de concedernos el don imperecedero de su arte. ¡Gracias!

12 comentarios:

  1. Álvaro Martínez-Novillo nos dice:
    "Don Leopoldo tenía un Citroën 11 ligero y lo cambió por un flamante ID, que fue uno de los primeros con matrícula española".

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  2. José Luis Cabrero comenta:
    “Tengo varios recuerdos de Don Leopoldo: su indiscutible elegancia, tan original y distinta a la presentación de la mayoría de nuestros profesores (incluido su lazo de pajarita). Su libro sobre Historia de la Música, que estudiamos, creo recordar, en quinto curso, y uno indeleble: su flamante, limpio y magnífico Citroën DS, que aparcaba ocasionalmente en la plaza del Caudillo”.

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  3. Los Citroën ID y DS eran dos modelos muy parecidos. Es difícil recordar cuál de ellos era el del Sr. Querol.

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  4. Comentario de José Mª Padrino:
    "Yo no me acuerdo de madame Morales, pero si recuerdo con cariño a madame Rubie, que también nos daba clase de francés. Efectivamente, el señor Querol brillaba por su música ...y también por su ausencia".

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  5. Comentabamos entonces que el Citroën Tiburón era igual que el del presidente De Gaulle que veiamos en el No-Do. Tambien le recuerdo con su abrigo de visón.

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  6. Mi comentario salió como de un "unknown" y no me gusta serlo. A ver si ahora lo hago mejor.

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  7. D. Leopoldo era pianista y muy bueno. Lo de catedrático de francés era algo "per acident", para cobrar un sueldo fijo.

    El libro de 2º curso de bachiller era obra firmada por él e ilustrada por D. Frutos Aragoneses.

    En la documentación publicada en el archivo histórico, podeís ver que tuvo que responder de sus injustificadas faltas a clase e incluso se le amenazó con suspensión de empleo y sueldo.

    A mi no me dió clase. Fueron Madam Morales y la Sra. Bueno quienes lo hicieron.

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  8. A mi me dio clase D. Leopoldo un año, no recuerso si el 50 o el 51, y no nos perdíamos sus conciertos en la sala de cine. Los otros años estudié con Mme. Morales, conocida de la familia, siempre elegante con un abrigo azul claro de corte parisino. Todavía tarareo de vez en cuando algunas de las canciones infantiles que ella nos enseñó.
    Felipe Díaz-Jimeno

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    1. Este último comentario, cuyo autor aparece como 'Unknown' es de nuestro compañero de la promoción del 55, Felipe Díaz Jimeno.

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  9. Querol Roso, Leopoldo. Vinaroz (Castellón), 16.IX.1899 – Benicassim (Castellón), 26.VIII.1985.
    Nieto de Vicent Wenceslau Querol i Camps, poeta español de expresión bilingüe en castellano y valenciano, vinculado al Realismo.
    Leopoldo Querol Roso pasó su infancia en Vinaroz. Estudió en el Conservatorio de Murcia y también en el de Valencia. Se licenció en Filosofía y Letras por la Universidad de Valencia, donde en 1920 promovió junto con otros compañeros la creación de la agrupación estudiantil “Unión Escolar de Filosofía y Letras”. Se doctoró en Filosofía y Letras por la Universidad Central, con una tesis doctoral sobre el cancionero de Uppsala. Completó sus estudios en Bolonia y París.
    En cuanto a su actividad laboral, fue catedrático de francés en los Institutos de Valencia, Las Palmas y de Albacete, y también en el Ramiro de Maeztu en Madrid. En este último también fue profesor de música y Director Musical. También fue catedrático del Conservatorio Nacional de Música.
    Además de su actividad docente, tuvo una intensa actividad musical como compositor y concertista. Empezó a tener reconocimiento como pianista en el Madrid de los años 30. Llegó a dar más de mil conciertos y realizó varias giras internacionales por Europa, África del Sur y Filipinas. También fue Asesor Musical de la Dirección General de Radiodifusión.
    Los intereses científicos de Leopoldo Querol también estaban relacionados con el estudio de la música. En 1927 obtuvo una pensión de la Junta de Ampliación de Estudios para estudiar piano en Francia. Allí estudió a los compositores Francis Poulenc, Roger-Ducasse, Frédéric Mompou, Jacques Ibert, Gabriel Pierné o Darius Milhaud, y también ofreció algunos conciertos. Años después fue becado por la Fundación Juan March para estudiar el códice musical latino de Juan Tinctoris.
    La aportación de Querol a la innovación docente se plasma en la publicación por su parte de diversos manuales de francés: Lengua francesa, primer curso; Lengua francesa, segundo curso; Lengua francesa, tercer curso; Lengua francesa, curso medio; La littérature française par les textes: quinto curso de Bachillerato; Curso de francés: grado elemental, segundo curso de Bachillerato; y Curso de francés: grado superior, tercer curso de Bachillerato
    Leopoldo Querol fue, además, una figura pública muy activa, y se le podría considerar un renovador cultural, ya que trabajó por recuperar la vida musical del país después de la guerra. Fue miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y de la de San Carlos de Valencia. Fue un pionero en el uso de los medios de comunicación para extender el conocimiento musical, y también en el uso del Long Play. También fundó el Premio Internacional de Guitarra Francisco Tárrega de Benicassim.

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  10. Su piano un Stenway de media cola, sigue en la sala de música del Ramiro de Maeztu. Fue restaurado hace dos años por un formidable restaurador, llamado Manuel Valdaliso y lo restaura y cuida con mimo Pepe Moltó un excelente afinador, entre otras cualidades musicales,
    La restauración corrió a cargo del Coro Aldebarán, que ensaya en la citada sala de música a la que el clamor popular llama Sala Leopoldo Querol y donde sus directores Roberto Ballistreri, italiano ahora director del Coro de Basilea y sus sucesores Ion Alberdi (Vasco) y Maria Miachkova Rusa, que han brindado interpretaciones excelentes en ese piano tan querido. Espctacular ha sido la última composición propia llamada Espirales de nuestro compañero pianista Ponce de Leon, catedrático del Conservatorio de Arturo Soria, con motivo del merecidísimo reconocimiento del Ramiro de Maeztu a Tono Tagle González, de la P-65 como alumno ilustre, para ejemplo de las generaciones venideras.

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