miércoles, 3 de junio de 2015

El singular ensayo pedagógico


La mayoría de nosotros hemos sido testigos (o protagonistas) de un hecho insólito en la historia del bachillerato español, verdaderamente singular y extraordinario, vivido por nuestra promoción (y solo por nuestra promoción) en primera persona.

Me refiero al experimento que se llevó a cabo durante el curso 1958 - 59.
Se dividió a la ya muy consolidada clase de D. Saturnino (llevábamos dos años juntos en la Prepa) para ensayar la idoneidad de un nuevo método pedagógico o, mejor dicho, para evaluar sus ventajas e inconvenientes y compararlas con las del sistema convencional.

Hasta aquí todo es bien conocido, pero ha caído en nuestras manos un documento excepcional (del que volveremos a hablar en futuros artículos) que nos muestra unos detalles, datos y conclusiones desconocidos para la inmensa mayoría. Se trata de la primera y única 'memoria' de un curso que se publicó en el Instituto Ramiro de Maeztu. Casualmente (o por voluntad premeditada del destino) fue la del curso 1958 -59. No se volvieron a hacer, por lo que la de nuestro primer curso de bachillerato queda como hito fundamental de los documentos académicos del Ramiro. Y, por el momento, solo hay localizados cuatro ejemplares de la misma.

Pues bien, en ella (páginas 54 a 62) se encuentra recogido este histórico ensayo pedagógico, bajo la denominación: 'Paso gradual de la primera enseñanza a la enseñanza media'. Merece la pena dejar, por una vez, las divertidas fotografías llenas de recuerdos y copiar, íntegra, la parte del documento que especifica lo realizado y sus conclusiones. Vamos a ello:


Las conclusiones del ensayo pedagógico me recuerdan mucho a las del célebre coro de doctores de la zarzuela 'El rey que rabió', en el que, tras sesudas y perogrullescas deliberaciones, los eminentes galenos que analizaban los síntomas del perro que, supuestamente, había mordido al rey, emiten su inequívoco veredicto: "Y de esta opinión/nadie nos sacará./¡El perro está rabioso!/¡O no lo está!".

Pues a los chicos de 1º A y 1º C nos pasó algo parecido. Eso sí, de lo que hay ninguna duda es de que fuimos protagonistas de un experimento académico histórico. Y, afortunadamente, no nos mordió nadie.

1 comentario:

  1. Interesante documento, y más interesantes conclusiones.

    En este experimento, se ve que las ventajas de un solo profesor quedan compensadas por la especialización de varios profesores, y que si el resultado no fue más favorable hacia 1ºC, fue por las cualidades -o aptitudes- diferentes, de los diferentes profesores.

    Lo que no pudo comprobar el experimento fue si una implicación superior de aquellos profesores de 1ºC que no se involucraron a fondo, habrían podido aguantarla sus alumnos. Si el resultado hubiera sido que sí, entonces se habría visto que la soluciónd e un solo profesor era claramente inferior a la otra.

    Es una pena que esta segunda parte del experimento no se hubiera continuado en el curso 1959-60. Quizás lo que hubiera sido necesario es un cierto esfuerzo de coordinación por parte del profesor encargado de la letra C (el que se llamaba en el Ramiro "delegado") para evitar sobrecargas a los alumnos.

    De todas formas, el experimento confirma algo que es bastante común a la gran mayoría de los sistemas en los que están involucradas personas, y es que en los resultados exitosos tienen su mayor influencia, tanto las personas, como la organización.

    Juan R Lozano

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