martes, 5 de mayo de 2015

Jugando al fútbol

Pues sí, también se jugaba al fútbol en el Ramiro. Y mucho. No en vano teníamos el mejor campo, envidia de todos los colegios de Madrid (casi me atrevo a decir que de España).
Sus dimensiones eran considerables y el marco, impresionante, presidido por su tribuna cubierta y flanqueado por esculturas clásicas de atletas que observaban el terreno de juego desde su imperturbable posición, alineada a lo largo del lateral norte, en la parte posterior de las gradas.






La afición por el fútbol era, también, grande entre los alumnos de aquellos años. En los recreos, el campo se llenaba de partidos, jugados a lo largo y a lo ancho, sin dejar ni un centímetro de su tierra a salvo de las carreras de unos y de otros, tras los infinitos balones que rodaban en medio de una absoluta, pero organizada, confusión.
Otra prueba del interés por el fútbol (pese a la indudable hegemonía institucional del baloncesto) era que no había excursión en la que no se jugase un buen partido, tras las obligadas visitas turísticas y culturales.
Pero, sin duda, lo que ratificaba que el balompié ocupaba un lugar respetable en el Ramiro era el hecho de que la más importante festividad del curso (Santo Tomás de Aquino), tenía como acto culminante la celebración del partido de fútbol Profesores-Alumnos, cuya institución se remontaba a tiempos pretéritos que, para nosotros, se perdían en la noche de los tiempos.

Hasta el NO·DO recogió en sus imágenes uno de estos grandes acontecimientos deportivos, tal como podemos  ver pinchando en este enlace. Fue en 1945 y en él ganaron los alumnos (como casi siempre ocurría) por 9 a 3. Merece la pena ver el vídeo, en el que aparece D. Tomás Alvira y D. Pedro Dellmans actúa como árbitro.

Partido Profesores-Alumnos 1965
Desde mi primer año en la Prepa, me prometí a mí mismo que yo jugaría ese partido cuando fuese mayor. Finalmente así fue, ya que en 1965, tuve el honor de ser uno de los once alumnos que se enfrentaron con los profesores, junto a varios compañeros de promoción (y alguno de otra). Por desgracia, solo ha quedado (que yo sepa) el documento gráfico de nuestro equipo, ya que hubiese sido fantástico poder ver la formación de profesores que se nos enfrentó, con el excelente ánimo y espíritu deportivo que siempre demostraron en estos encuentros. Creo recordar que el de 1965 lo arbitró el Sr. Pepín y que el portero de los profesores fue el Sr. Moneo. Como puede observarse en la foto (delante de la tribuna), el campo estaba encharcado el 7 de marzo de 1965, aunque durante el partido lució un sol espléndido.

Nuestra muy elegante alineación (obsérvese que no llevábamos camisetas, sino camisas) era: Paco González; Torralba, Solís, Casado; Javier Amat, Barquinero II; Barquinero I, Félix González Salcedo, Elviro, Antonio Tarragó y Aguilar. 
La fotografía, bien conservada por Miguel Angel Torralba, está firmada por los once jugadores al dorso.
No estoy seguro, pero me parece que resultado fue de 9 a 1. Tal vez alguno de mis compañeros de equipo tenga mejor memoria que yo.

Equipo B de 6º A (1957/58)
Mucho más antiguas son las otras dos fotografías que ilustran este reportaje futbolístico. Una de ellas aportada por Roberto Merino y la otra conservada por mí (y permanentemente expuesta en la estantería de mi despacho). Se trata de los equipos A y B de la clase de D. Saturnino, en ingreso (6ºA), que con tanto ardor competían cada vez que se les presentaba cualquier oportunidad, guardando, además, todas las formalidades protocolarias, como el intercambio de banderines.
El equipo B estaba formado por: González Esteban, Lloréns, Vidal Perucho, García Macarrón, Rafa Ibáñez (con banderín) y Merino (arriba, de izquierda a derecha). Y Muñoz-Cobo, Sánchez Rey, Golmayo, López de Sá y Martín Escanciano (abajo, de izquierda a derecha).

Equipo A de 6º A (1957/58)
En el equipo A forman arriba (de izquierda a derecha): González de Ubieta, Pastor, Herreras (con banderín del Real Madrid), Sierra, Gómez Martín y Fombella. 
Abajo, de izquierda a derecha: Sequeira, Soler, Paco González, Gascón y Marín y León.
Ambas fotografías están hechas, como todos habréis reconocido, en el jardín de la clase.


El mejor de nuestros jugadores era, sin la menor duda, Herreras, quien no acabó en los equipos del Ramiro de los últimos años porque, para entonces, ya había fichado por el Plus Ultra, filial del Real Madrid, de cuya época (1963/64) he conseguido rescatar esta imagen que compartí hace poco con el propio Juan.

Herreras en el Plus Ultra
Por cierto que Herreras pretende no asistir a la celebración nuestras Bodas de Oro con la poco original excusa de tener en esas fechas un viaje a Indonesia, sin darse cuenta de que, si cumple su amenaza (la comisión organizadora no ha aceptado su recurso de no asistencia por no considerar justificada la causa), podrá verse sancionado no ya con una tarjeta roja (que esos modernismos futboleros no se llevaban en nuestro tiempo), sino con sobre y carta. De momento, está castigado de seis a nueve. Sanción que deberá cumplir el mismo día 20 de junio.








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